"El desarrollo de nuevos materiales seguirá marcando el ritmo de la historia":
Entrevista con Emilio Martínez-Pañeda
Emilio Martínez-Pañeda es Profesor Titular de Universidad en el Imperial College de Londres, donde dirige el grupo de investigación de Mecánica de Materiales. Es autor de más de 70 artículos científicos y ha recibido decenas de premios por sus contribuciones a las áreas de integridad estructural, fragilización por hidrógeno e ingeniería de materiales. Entre otros, fue distinguido por la Real Academia de la Ingeniería del Reino Unido como el mejor ingeniero joven del país en 2021.
Se unió al Imperial College de Londres en 2019, con una plaza de profesor de universidad. El Imperial College de Londres está constantemente entre las diez universidades más prestigiosas del mundo en las clasificaciones internacionales y cuenta con 15 premios Nobel, 3 medallas Fields y más de 70 miembros de la Royal Society. Las contribuciones del Imperial College London a la sociedad incluyen el descubrimiento de la penicilina, la holografía y la fibra óptica.
¿Qué diferencia a los ecosistemas universitarios por los que has pasado?
Conozco particularmente bien los ecosistemas universitarios de Dinamarca (Technical University of Denmark), España (Universidad de Oviedo) y el Reino Unido (Cambridge, Imperial College de Londres). En los tres sistemas las universidades más prestigiosas son públicas, pero el nivel de dependencia del gobierno varía muy significativamente. Por ejemplo, las universidades británicas son muy buenas en conseguir fuentes de financiación adicionales (industria, estudiantes extranjeros, donaciones, etc.). Una diferencia importante entre las universidades españolas y las danesas/británicas es que las segundas funcionan más como una empresa y no tanto como un ente público. Por ejemplo, la remuneración de los empleados puede cambiar mucho en función de su rendimiento (incluso dentro de una misma categoría), no hay funcionarios (todo el mundo puede ser despedido), y hay una clara cultura orientada a resultados. Estas diferencias en el ecosistema crean un ambiente más dinámico y ambicioso que el que se observa en las universidades españolas.
“Las universidades danesas/británicas funcionan más como una empresa y no tanto como un ente público”
¿Cuál sería tu recomendación para aquellos que están a las puertas de licenciarse?
Creo que la formación que se imparte en España en ciencia e ingeniería en las universidades públicas no tiene nada que envidiar al extranjero. Ese es uno de los puntos fuertes del ecosistema español: el nivel de exigencia. Por consiguiente, creo que aquellos que están a punto de acabar sus carreras deben ser ambiciosos y tener confianza en sí mismos y en sus conocimientos. A mí particularmente, el desarrollar una carrera profesional en el extranjero me parece algo muy enriquecedor, así que es algo que también recomiendo.
“La formación que se imparte en España en ciencia e ingeniería en las universidades públicas no tiene nada que envidiar a la del extranjero. Ese es uno de los puntos fuertes del ecosistema español”
¿Cuáles son las asignaturas pendientes de la universidad asturiana?
Modernización e internacionalización. Y se puede conseguir un salto cualitativo importante en ambas a coste cero, solo con voluntad política. La universidad tiene que ser un ecosistema muy dinámico y competitivo, donde la burocracia se reduzca a mínimos y exista una cultura orientada a resultados. La Universidad de Oviedo tiene científicos de mucho talento y es importante cuidarlos, para que no se vayan y para que puedan competir a nivel internacional.
“Por lo general, las universidades españolas han renunciado a hacer política de personal y así es muy difícil competir con el resto del mundo”
¿Hay realmente “economics” que justifiquen un cambio radical de los materiales que hoy son esenciales para industrias críticas como telecomunicaciones, transporte, logística, etc…?
La ciencia de materiales es un campo fascinante que evoluciona muy rápidamente. Hemos visto en el pasado que el descubrimiento de nuevos materiales ha marcado el ritmo de la historia: la Edad del Cobre, la Edad del Bronce, la Edad del Hierro, la revolución industrial gracias al acero… Y no parece que esto tenga fin. En los últimos años, hemos visto saltos tecnológicos enormes en transporte, defensa y medicina gracias a nuevos materiales. La crisis energética trae nuevas oportunidades y desafíos en esta área también; por ejemplo, ¿qué materiales utilizar para transportar y almacenar hidrógeno de forma segura?, ¿qué materiales se pueden utilizar para fabricar baterías de litio baratas y duraderas? La investigación e innovación en estas áreas va a marcar diferencias importantes en términos de competitividad de empresas y países.
“La investigación e innovación en nuevos materiales va a marcar diferencias importantes en términos de competitividad de empresas y países”
¿Es posible cambiar la infraestructura energética de un país como España en menos de 10 años?
Sin duda. La lucha contra el cambio climático así lo exige y los próximos años van a ser claves. Hay una necesidad imperiosa de potenciar el uso de energías renovables y nuclear, y no hay duda de que los ingenieros van a jugar un papel muy importante en el futuro de este planeta.
¿Están las empresas invirtiendo en I+D+i?
En el Reino Unido trabajamos muy estrechamente con la industria y todas las empresas son plenamente conscientes de que la investigación es fundamental para estar siempre por delante de sus competidores. Sin embargo, mi impresión general es que en España y Asturias las empresas invierten mucho menos en I+D+i que en el resto de países de nuestro entorno. Y los datos parecen corroborar esta impresión. Es una pena y no sabría decir cuál es el motivo principal. Por suerte hay excepciones. Por ejemplo, el grupo de investigación con el que colaboro en la Universidad de Oviedo tiene ahora mismo proyectos con TSK y PMG. Y hay una spin-off, KHIS group, que está muy activa en la aplicación de avances científicos para la resolución de problemas industriales.
En otras latitudes no es raro que un investigador colabore con empresas y por tanto es natural el trasvase hacia las empresas de muchos investigadores, ¿es algo que está en tus planes?, ¿te apetece?
Esta es una pregunta particularmente interesante y que tiene varias caras. En primer lugar, yo diría que la industria no se ve necesariamente favorecida por el intercambio de personal. Incluso en el área de ingeniería, en las mejores universidades del mundo es muy raro encontrar a un profesor en plantilla que haya tenido experiencia en la industria. La competencia por una plaza es altísima y, por tanto, es difícil competir si no has dedicado toda tu vida a acumular méritos investigadores. Pero esto no es un problema, todo lo contrario. Esos investigadores de primera línea conocen muy bien los fundamentos de la ciencia y la ingeniería, que es lo que hay que enseñar a los estudiantes, y ese entendimiento es complementario al conocimiento más práctico que trae la industria, lo que facilita las sinergias. El profesor que supervisó el trabajo doctoral que hice en Cambridge no había trabajado un solo día en la industria pero todas las empresas con actividad en I+D+i se pegaban por sus servicios.
Diagnóstico y perspectivas para Asturias
“Me cuesta ser optimista. Desde la distancia se ve una región en decadencia, que no está dando suficiente importancia a áreas claves para cualquier economía desarrollada como son la industria, la tecnología y la ciencia”
En términos de política universitaria, hay que seguir el ejemplo del País Vasco y Cataluña, con los programas Ikerbasque, ICREA y Serra Hunter. El camino no puede estar más claro, solo falta voluntad política.
Recomiéndanos una lectura
“Una breve historia de casi todo” de Bill Bryson. Aunque un poco superficial, es uno de los mejores libros de divulgación científica que existen. El regalo perfecto para las mentes curiosas que quieren entender el mundo que nos rodea.
Próxima visita a Asturias
No sé cuándo será la próxima visita, pero suelo viajar a la tierrina a menudo para ver a mi familia y amigos. Desde luego estaré allí estas navidades a más tardar.